El pasado domingo de Pasión. José Ricardo García Román abría las puertas de la Semana Santa de Carmona con un pregón cargado de emociones, vivencias, recuerdos familiares, fe y creencias. El pregón lo antecedió una emotiva presentación por parte de Juan Ávila Gutiérrez, alcalde de Carmona.
José Ricardo a sus 33 años, tiene una gran trayectoria en las hermandades, destacando sus vivencias y recuerdos en la hermandad de la Columna de la cual es hermano desde que nació y donde encuentra cada jueves santo los recuerdos de su infancia y su juventud junto a su padre. El pregonero es un hombre de fe, reflejada desde su juventud en los Salesianos de Carmona y en su parroquia de San Antón, donde ha dado catequesis a jóvenes y ha vivido siempre implicado con la fe.
Es un carmonense confeso, un hombre con vocación de servicio público, y debido a las adversidades y a los “azotes” al igual que los de su Cristo de la Columna le ha dado, la vida le ha reconducido hasta ser la persona que hoy es. En la actualidad es concejal de deportes y juventud de Carmona, secretario general del Partido Popular de Sevilla y diputado en el parlamento de Andalucía. Tras el pregón de la Semana Santa, José Ricardo habla con el Muñidor de Carmona para compartir sus primeros sentimientos tras pregonar a su ciudad.
¿Cómo se siente tras haber pregonado a Carmona?
Estoy muy emocionado y satisfecho por haber podido plasmar a través de mis palabras, todos los sentimientos y vivencias que he pregonado.
Cuéntanos cómo ha sido el trabajo que hay detrás del pregón.
Ha sido un proceso intenso. El principal factor que ha jugado en contra ha sido la falta de tiempo debido a mis responsabilidades laborales. Aun así siempre buscaba un hueco en el día para dedicarle al pregón o mejor dicho, ese hueco me buscaba a mí, ya que el cuerpo me pedía escribir y expresar mis sentimientos.
¿Cómo han sido esos momentos de inspiración?
Como digo en el pregón, vivimos dentro de una sociedad cargada de ruido, de responsabilidades y de estrés, y no nos da tiempo a pensar en nosotros mismos. Por lo que el tiempo que le dedicaba al pregón eran momentos de encontrarme conmigo mismo. Esos sentimientos que han salido del pregonero han sido momentos sinceros, sentimentales y muy personales.
Un momento que se te queda guardado en el corazón
Me quedo con la sensación que tuve cuando Francisco Perea me comunicó que quería que yo fuese el pregonero. Es una sensación que no puedo explicar, no me lo preguntó, me lo afirmó directamente y no le pude decir que no. La responsabilidad que puso en mis manos no podía dejarla pasar.
¿Una parte del pregón?
Sin duda, cuando hablo de la vivencias junto con mi familia en la Hermandad de la Columna y con mi padre, que fue quien me inculcó y me dió sus devociones. Y la Resurrección, que no es el final del pregón sino el principio de la Semana Santa.
¿Si te digo Paciencia?
Si me dices Paciencia me estás diciendo sentimientos, recuerdos, infancia. La palabra Paciencia no es solo una advocación, es parte de mi vida.
Un mensaje…
Solo puedo dar las gracias a Carmona.
Aprovecho también, para públicamente darte la enhorabuena como pregonero de la Juventud Cofrade, porque creo que la Semana Santa de este año ha estado muy bien representada para los jóvenes, que también han estado representados en el pregón de la Semana Santa. El pregón de la juventud de este año ha sido muy maduro para una persona tan joven. Estoy muy orgulloso de que ambos pregones hayan estado en sintonía, representando a los jóvenes y dejando a Carmona en el lugar que se merece.