Este fin de semana la Hermandad de la Columna ha procedido a la instalación de nueve cajas-nido en la torre de Santiago. Estos trabajos han supuesto la finalización de la primera fase para la recuperación de la colonia de cernícalo primilla en el barrio, una actuación de alto contenido ecológico y patrimonial, tanto por su carácter natural e inmaterial, como preventivo.
El cernícalo primilla, denominado autóctonamente ‘kíkili’, es un emblema de la biodiversidad urbana en peligro de extinción y protegida por la ley. En las últimas décadas su población ha disminuido un 50% en la Península Ibérica, principalmente a causa de la destrucción de sus lugares habituales de anidación: mechinales y huecos de los edificios. Su paulatina desaparición ha dado pie al incremento de colonias de palomas que se adaptan con mayor facilidad al entorno, llegando a convertirse en un problema de salubridad pública y de conservación en los edificios históricos.
La Hermandad viene acometiendo en los últimos años una serie de actuaciones que pretende devolver sus históricos inquilinos al popular ‘Barrio de los Kíkilis’. En este sentido, la nueva canastilla del misterio luce una talla de un cernícalo, obsequio de los Hermanos Caballero, haciéndose eco del nombre de la cuadrilla que porta a Nuestro Padre Jesús en la Columna. En esta ocasión los trabajos han consistido en la realización de nueve cajas-nido miméticas al entorno y adaptadas para propiciar su anidación.
La presente actuación ha contado con el asesoramiento de GREFA y del Área de Ecología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Córdoba. Del mismo modo, su instalación ha sido supervisada por la Delegación Diocesana de Patrimonio Cultural, a través de la Pastoral de Patrimonio de la Parroquia de Santa María, que ha destacado que con estos trabajos la hermandad “está cumpliendo con la invitación de nuestro Papa Francisco, quien en su encíclica “Laudato Si” se ocupa del tema de la pérdida de la biodiversidad, a la vez que pone el acento en la responsabilidad que tenemos todos como cristianos en el cuidado de la creación”.
Con la instalación de las cajas-nido finaliza la primera fase de esta actuación, que contará con un seguimiento de la nueva colonia por parte de GREFA. Esta experiencia piloto pretende extrapolarse los próximos años a otras torres del casco antiguo de Carmona con el fin de recuperar este Patrimonio Natural autóctono en convivencia con el Cultural.
Fotografías: Pastoral de Patrimonio.