Alfonso Muñoz será el encargado de pregonar el Rocío de Carmona de este 2024. Alfonso se define como “un enamorado del Señor. Un loco que tiene puesta su vida en las manos de Cristo. Por ello, es alguien que se siente muy querido por la Virgen”.
Alfonso cuenta que la Virgen del Rocío siempre estuvo cerca de él, aunque no será hasta su juventud cuando esa devoción le inunde. Según ha señalado, “la familia de mi padre está muy vinculada con la devoción a la Virgen del Rocío. Y aunque ellos vivían en Sevilla, yo pasaba mucho tiempo allí, y veía cómo se vivían con intensidad los días previos a la romería”. Alfonso, al vivir en Carmona, veía aquello como un mero espectador. Será años después cuando su vecino Domingo, quien siempre ha estado muy vinculado a la hermandad, empiece a meterle el gusanillo.
Muñoz ha apuntado que “hasta que decido que un año iré a probar, cuando se lo dije a mi abuela paterna, con la que vivía por motivos de estudios, le faltó tiempo para despolvar la medalla de mi abuelo, llamar a la comandancia de Montequinto y preguntar por dónde iba la hermandad de Carmona. Me preparó una mochila, me dio de desayunar en el Citroën (en el parque de María Luisa), y me monté en un autobús que me llevó hasta el hospital de Tomillar. Allí estuve como 3 horas esperando solo, hasta que apareció la hermandad… allí me enganché… y aunque me recogieron mis padres en Coria… ahí se prendió un fuego que ya, no hay quien apague”.
Ese año, Alfonso y su mochila iban detrás de toda carreta que pasaba por Sevilla. Así llega a su devoción a la Virgen del Rocío, como siempre dice, “el Señor conduce nuestros pasos para ponernos donde Él quiere”.
- Háblenos de su trayectoria en la Hermandad del Rocío
Mis pasos por la hermandad empiezan siendo monaguillo de Santa María, cuando Don José Antonio nos traía a que acompañáramos al Simpecado en el rosario de octubre. Aunque no será hasta la legislatura de Carlos Martínez, cuando me vinculo verdaderamente, entrando a formar parte de esta como diputado de juventud. Años muy bonitos en los que forjé grandes amistades. En los que conformamos el coro, aumentamos el grupo joven, organizamos muchas actividades y formaciones. Después seguí con Fernando de Dios en su junta de gobierno, como diputado de cultos, disfrutando muchísimo, pues me tocó preparar todos los actos litúrgicos del 25 aniversario. Y continué en juntas de gobierno hasta la legislatura de Juan Manuel Cortázar, continuando como diputado de cultos, y viviendo esa pandemia, con la preparación semanal de una oración y reflexión, y aquellos cultos post pandemia que, aunque fueron limitados por las circunstancias, dejaron momentos grandiosos para la historia.
• ¿Cómo asumió la responsabilidad de pregonar el Rocío de Carmona en este 2024?
Con miedo, dispongo de poco tiempo, tengo tres niños pequeños que me absorben mucho tiempo y energías. Aunque sean la causa de mi alegría. Pero con ilusión y gran sentido de la responsabilidad. Como decía antes, Dios nos usa para llegar a otros, y si Él pensó en mí, algo querrá de mí… cosa que me inquieta.
• ¿En qué se ha inspirado el pregonero?
En la Virgen, he releído textos sobre Ella, me he impregnado de los evangelios, de oraciones. En mi visita diaria al sagrario, le pedía a Dios que me hablara, y me dijera qué decir de su madre. Que me ayudara a contextualizar lo que me hablaba al corazón, y así, con palabras del día a día, ha ido cogiendo mi mano para escribir este pregón.
• ¿Qué significa para usted ser pregonero del Rocío?
Un gran reto. Quiero ser capaz de transmitir un mensaje claro, infundir un sentimiento y prender en todos la “llama” del Rocío.
• ¿Cómo definiría su pregón?
El camino de la vida.
• ¿De quién se va a acordar el sábado?
De los que me rodean y que, gracias a Dios, están junto a mí.
• ¿Qué momento cree que vive la Hermandad del Rocío?
Un momento dorado, que se debe seguir trabajando y madurando desde la formación, la caridad y el culto. Debemos seguir exteriorizando nuestra felicidad por vivir con María este camino de fe, que es nuestra vida. Y que la gente, al ver nuestras caras, quiera experimentar esta felicidad. Las hermandades, en general, desde mi humilde punto de vista, son una gran herramienta de acercamiento a la Iglesia, pero debemos incidir en la formación para evitar que se conviertan en escaleras sociales o escaparates. En este momento de transición en el que nos encontramos inmersos por el proceso electoral, me encantaría animar a los hermanos a dar un paso adelante y entregar lo más valioso que tenemos, que es nuestro tiempo.
• ¿Qué mensaje le deja a los rocieros de Carmona de cara al sábado?
Ir sin expectativas ninguna, pero con el corazón abierto.