Emilio Ruiz es el pregonero de las Glorias de María de este 2024. Es hermano de la Hermandad del Rocío de Carmona. Se define como una persona sencilla, sensible, tímida, muy autoexigente, con carácter algunas veces, despistada y con muchos defectos y alguna que otra virtud.
El pregonero es una persona de fe que nació y se crió en el seno de una familia de fuertes convicciones religiosas. Tuvo la suerte de que sus padres le inculcaran esta fe, recibiendo una formación cristiana.
Hoy en día, la figura de Jesucristo, su palabra y mensaje son los pilares y los referentes en su vida. Se considera profundamente mariano y su devoción y amor hacia la figura de la Santísima Virgen le reconforta a diario y en la causa de su alegría. Emilio no concibe su vida sin su amor maternal y sin su intercesión divina.
¿Cuál es su vinculación con Carmona?
El Rocío y su Hermandad. Anteriormente había vivido otros Rocíos pero hace 20 años un miembro de mi carreta de “Los Niños” me invitó a hacer el camino con Carmona, a la vuelta no tuve la duda de que era mi Hermandad y así lo siento. Desde entonces no he faltado ningún año, poco a poco fui vinculándome más con Carmona, su gente, su cultura y tradiciones, y tengo que confesar que estoy absolutamente enamorado de ella, para mí es mi segunda casa.
¿Qué significa para usted pregonar las Glorias de María?
Un enorme honor. Me siento inmensamente honrado y quiero agradecer el poder hablar de María y pregonar las diferentes advocaciones de nuestra ciudad. Estoy muy feliz de que se haya pensado en mí para algo tan bonito e importante y también he de confesar que un poco nervioso por la gran responsabilidad que conlleva.
¿Cómo ha sido el proceso de escribir el pregón?
Al principio fue un poco difícil. Tenía que encontrar un hilo conductor y bajo mi punto de vista el pregón de las Glorias de María es el más abstracto, no hay una cronología temporal y se habla de diferentes advocaciones, pero siempre siendo María. Puse en orden lo que quería transmitir y decir y empezó todo a fluir, me documenté y estudié. Ha sido muy gratificante a nivel personal, a nivel introspectivo y desde el punto de vista de mi propia fe me ha ayudado a abrir mi corazón y mis sentimientos.
¿Qué devoción resaltará el domingo?
Sobre todo, hablo de la figura de María, pero no puedo negar que la Virgen de Gracia y la Virgen del Rocío, que son mis dos grandes devociones marianas, tienen un papel muy destacado.
¿Cómo definiría su pregón?
El pregón es una sincera y rotunda declaración de amor a Carmona y a la Santísima Virgen María.
Háblenos de su presentadora
Para mí, Amparo es mucho más que una amiga, es como si fuéramos familia. La Virgen nos unió y hemos compartido y seguimos compartiendo muchos momentos de caminos del Rocío y encuentros durante todo el año. Nos contamos muchas cosas y es un nexo de unión con Carmona fundamental. Le tengo un inmenso cariño y sé que ella a mí también, por eso estoy seguro de que me presentará mejor que nadie y muy en su línea de la sencillez y la elegancia.
Si le digo Rocío…
Me dice todo, me dice vida, me dice hermandad, amigos y convivencia, me dice naturaleza, volver al origen, valorar, escuchar, emoción y sentimiento, me dice peregrinar, alegría, satisfacción y compartir, pero sobre todo, me dice fe.
¿Qué mensaje envía a los carmonenses de cara al domingo?
Ante todo, lo primero un mensaje de gratitud, luego que abran sus corazones y que ojalá pueda tocarlos en algún momento a través de mi pregón. Lo único que espero es que al terminar hayan podido sentir un poco de la gran alegría que siento y que salgan reconfortados en el amor de María a través de las palabras que con todo mi corazón he escrito y pronunciaré por y para Ella.