La trayectoria como cofrade de Fernando Correa empieza de niño en la Hermandad de la Humildad, a la que pertenece cuando por las obras de San Bartolomé se traslada a la iglesia de San Pedro la Hermandad de Nuestro Padre. Con la del Silencio se va de vuelta para San Bartolomé, perteneciendo a distintas juntas de gobierno y de la que fue hermano mayor durante dos legislaturas.
Entre los años 1996 a 1999 estuvo de tesorero en la junta de gobierno de la Hermandad de la Columna, con Francisco de Paula Hidalgo Rosendo al frente de la misma.
En la actualidad es hermano de siete hermandades, todas de Carmona. Compagina la tesorería de la Hermandad del Rocío, con el cargo en el Consejo de Hermandades y, a su vez, la presidencia de la Junta Rectora de la Hermandad de la Sagrada Expiración, con este motivo hablamos con él.
- Cuéntenos su vinculación y trayectoria en la Hermandad de la Sagrada Expiración.
Mi vinculación a la Hermandad de la Expiración me viene d toda la vida, ya que es la hermandad de mi padre, de mi familia. A pesar de que me vinculé a la Hermandad de Nuestro Padre, me he criado en San Blas, cuando la casa hermandad estaba en lo que hoy es el edificio de viviendas anexo a la Iglesia y en la que se reunían todos los fines de semana las familias de la Hermandad, siempre había algo que hacer. Yo empecé a salir en la cofradía de cirial cuando era un niño, he salido de nazareno, costalero en el paso de la Virgen y en el del Cristo, del que me retiré hace unos años cuando la espalda me dijo hasta aquí hemos llegado.
- ¿Qué significa para usted la Sagrada Expiración?
La Sagrada Expiración es para mí, mi casa, como ya he dicho, a pesar de estar vinculado a Nuestro Padre, jamás me he sentido un extraño en San Blas, siempre he sido bien recibido y me he sentido querido.
- ¿Qué le ha motivado para asumir esta responsabilidad?
La motivación que me lleva a dar este paso es pensar que estamos en una Hermandad que siempre ha sido una familia y tiene que volver a serlo. Si todos ponemos un poquito de nuestra parte creo que lo vamos a conseguir. Debemos anteponer nuestro Cristo de la Expiración y su Bendita Madre la Virgen de los Dolores a todo.
- ¿Cómo afronta el cargo de presidente?
En línea con la pregunta anterior, afronto el cargo con la ilusión de que es posible que nuestra Hermandad vuelva a reconducirse y olvidemos los odios y rencillas entre hermanos. Y así, podamos convocar cuanto antes unas elecciones en las que se pueda nombrar a un nuevo hermano mayor que sea el punto de unión de la Hermandad.
- ¿Quién le acompaña en esta nueva andadura?
Pues en esta andadura que he emprendido he querido rodearme de personas que están dispuestas a trabajar por la Hermandad, a luchar para que todo vuelva a ser como antes, personas que no han estado nunca en una Junta, que estuvieron y se fueron, personas que han estado vinculadas a juntas o candidaturas en estos últimos años. En definitiva, un grupo de hermanos con ganas de trabajar por y para la Hermandad.
- ¿Qué papel está teniendo esta nueva junta rectora? ¿Cuáles son vuestros objetivos?
Pues estamos trabajando para que la normalidad vuelva a la Hermandad, sabemos que no es cosa de dos días, pero creo que entre todos lo vamos a conseguir.
- Tras este periodo, ¿qué espera de los hermanos de la Sagrada Expiración a partir de ahora?
De los hermanos, espero comprensión y paciencia con esta junta rectora, esfuerzo y trabajo para entre todos devolvamos a la Hermandad a la paz que necesita por el bien de todos.
- ¿Cómo está viviendo la cuaresma?
La cuaresma, la estoy viviendo intensamente, son días de mucho trabajo, muchas reuniones, como es lógico son los días más fuertes del año en cuanto a trabajo. Ya habrá tiempo de descansar cuando acabe la Semana Santa.
- ¿Qué mensaje les manda como presidente a los hermanos?
A los hermanos lo que les digo es que ahora más que nunca debemos estar todos unidos trabajando por nuestra Hermandad, demostrando que San Blas puede volver a ser lo que ha sido siempre, una gran familia.