ASOCIACIÓN NTRA SEÑORA DEL ROSARIO
Asociación Parroquial de Fieles de la Muy Antigua, Imperial y Venerable Congregación del Santo Rosario, Pontificia y Siempre Ilustre Hermandad del Dulce Nombre y Primera Sangre de Jesús
A pesar de haber sido en el pasado una de las más importantes corporaciones laicas de Carmona, parte de la población de nuestra ciudad desconoce su existencia e historia. Está formada por la fusión de tres Corporaciones fundadas en el siglo XVI en el convento de Santa Ana por la Orden de Predicadores.
Debido a la existencia de un pleito entre esta Corporación y la de la Pura y Limpia del convento de Concepción, se conoce que la cofradía de Nuestra Señora del Rosario se funda el domingo seis de enero de 1522. A causa de la ocupación francesa, la imagen de Nuestra Señora del Rosario fue trasladada a la iglesia del Salvador, dende permanece hasta el 11 de abril de 1813. Con esto, la Corporación comienza una lenta pero constante recuperación, restableciendo el rosario público diario, restaurando enseres y alhajas de la Virgen, recuperando las andas y el palio de plata con el que la imagen procesionaba.
En 1835, la imagen de la Santísima Virgen es “adaptada” al gusto de la época, quitándole el rostrillo, estrechando el candelero y haciendo unas nuevas manos. También se realiza la actual ráfaga de plata con la que procesiona. La desamortización hace que la hermandad pierda una gran cantidad de tierras y bienes inmuebles, por lo que se ve obligada a enajenar joyas que la Virgen ya no podía lucir.
El mal estado de la iglesia de Santa Ana y la epidemia de cólera que asolaba Carmona hicieron que el Cabildo General de la Corporación trasladara en varias ocasiones a la imagen de Nuestra Señora a San Pedro. En torno a 1860, la cofradía empieza a decaer vertiginosamente, por lo que decide unirse a las del Dulce Nombre, concretamente la fusión se hace oficial el 9 de julio de 1865. La cofradía del Dulce Nombre procedía a su vez de otra fusión previa, a saber, la de la cofradía del Dulce Nombre y Primera Sangre de Jesús y la de las Misericordias de Cristo y Piedad de Nuestra Señora, que se había erigido en 1526 y realizó la procesión de penitencia se mantuvo hasta 1717.
En el siglo XVIII sufre otro gran decaimiento, aunque la Corporación mantiene la procesión hasta finales del siglo XIX. El 11 de abril de 1900 se redactan nuevas reglas. Desde dos años antes, ya se celebraban los cultos en San Pedro, pues la intención de era el traslado definitivo a esta iglesia, lo que se hace efectivo en 1911, cuando se obtiene la aprobación del Arzobispado para trasladar las imágenes de Nuestra Señora del Rosario y del Dulce Nombre al altar de San Marcial.
La hermandad tiene entonces una breve recuperación hasta que a mediados de siglo comienza nuevamente a decaer, debido a la pobreza y a la falta de hermanos jóvenes que revitalizaran la hermandad. En 1990 comienza una nueva etapa en la que se devuelve el culto a la Santísima Virgen y se recupera la procesión. Sin embargo, esta nueva etapa tan dolo dura hasta 1992, último año de la procesión de la Virgen.
En 2013, el actual párroco de San Pedro, propone retomar la procesión de la Santísima Virgen en el último domingo de Adviento. Gracias a esto, en 2015 se funda la Asociación Parroquial de fieles de la Muy Antigua, Imperial y Venerable Congregación del Santo Rosario, Pontificia y siempre Ilustre Hermandad del Dulce Nombre y Primera Sangre de Jesús, cuyo objetivo es recuperar la antigua, pero no extinta, hermandad.