José Alberto Sanromán Rodríguez será el encargado de abrir los sentimientos cofrades de los jóvenes de Carmona y de los jóvenes de corazón el próximo domingo en la iglesia conventual de Santa Clara.
Sanromán es un joven cristiano de 23 años implicado en el mundo de las cofradías. Hermano de la Esperanza por herencia familiar, al igual que de la Santísima Virgen de Gracia. También lo es de San Gonzalo de Sevilla, sintiéndose afortunado de dar el pregón en la casa de las madrinas de la Virgen de la Salud y recientemente de la Quinta Angustia por amistades. También forma parte activamente de la Tertulia El Centurión.
Pero, sin duda, la hermandad de la Esperanza es el marco que abarca toda su vida. En la Esperanza ha sido desde monaguillo, acólito y nazareno hasta ahora costalero, definiéndose dentro de ella como un cristiano dispuesto a servir en lo que haga falta. De la Hermandad, su padre fue hermano mayor y, a su vez, pregonero de la Juventud, de la Semana Santa y de las Glorias de María, confesando que su padre le inspira tranquilidad y a la vez un poco de nervios.
A pocas horas de que José Alberto se suba al atril para pregonar a todos los jóvenes cofrades, nos cuenta cómo se siente, de quién ha recibido consejos, nos habla de sus devociones, de su presentador. Nos cuenta cómo ha sido el proceso de escribir el pregón y cómo ve a la juventud, entre otras cosas.
¿Cómo te sientes?
Me siento satisfecho, pues creo que en el pregón se refleja mi personalidad y estoy seguro de que la gente lo va a notar el domingo. Además, muy agradecido al Consejo y a mi hermandad de la Esperanza por haberme dado esa vida de hermandad para que cuenten conmigo para poder recitar mi experiencia.
¿De quién has recibido los consejos que más te han ayudado?
Sobre todo, de mi padre y de mi madre, de mi gente, de mi primo Marcelino. Ciertamente uno siempre escucha todos los consejos que le puedan dar, que han sido muchos y buenos.
Tu hermano Ignacio será el encargado de presentarte.
Mi hermano ha sido, es y va a ser un compañero de vida. Creo que no había una persona mejor para poder acompañarme en este en este momento y en ese día tan especial. Él es una persona que, al contrario de mí, tiene un temperamento un poco más sereno, yo soy más intenso. Es una persona que inspira un poquito de cordura en mi locura, mi hermano es mi compañero, mi amigo.
¿Qué devociones marcan tu vida y por tanto el pregón?
Soy muy mariano, entonces siempre tengo presente a la Madre de Dios, que en mi caso se refleja en la Virgen de Gracia y en la Esperanza. Gracias a Dios las tengo de vecinas y son a quienes le rezo, además de al Señor de la Coronación de Espinas, que es mi modelo a seguir, mi inspiración constante en mi día a día. También soy devoto de la Virgen de la Salud de San Gonzalo, María Auxiliadora y la Virgen de las Angustias.
Háblanos de tu faceta como costalero.
El costal te da muchas amistades, es un mundo muy bonito porque te aporta otra perspectiva sobre las cofradías y te enseña lo que es el compromiso y el esfuerzo y, sobre todo, el compañerismo. El costal ha supuesto un elemento importante de cara al pregón.
¿Qué debe diferenciar al pregón de la juventud del de la Semana Santa?
El pregón de la Juventud, desde mi punto de vista, tiene que ser siempre una arenga, y eso es en lo que se tiene que diferenciar de forma tajante. El pregón de la juventud es un recital de ánimo hacia las juventudes cofrades para que estén, convivan y trabajen para las hermandades. Por tanto, el pregón de la Juventud debe servir y tiene que suponer una inspiración al trabajo, al disfrute y a la convivencia de las hermandades.
¿Cómo ha sido el proceso de elaboración?
La faceta de elaboración es muy interesante porque ha sido muy enriquecedora para mí personalmente. Ha crecido mi afición a la lectura, ya que he tenido que indagar. Ha sido también un periodo de mucha reflexión y de mucho ejercicio. En general, ha sido una conjunción entre muchas alegrías y algunas que otras tensiones.
En dos palabras, ¿cómo defines el pregón?
Intenso y nostálgico, como yo.
¿Cómo ves a la juventud?
A la juventud, en general, la veo motivada, con ilusión. El pregón no solo es escribir, son experiencias, por lo que me ha dado la oportunidad de descubrir hermandades, de indagar en cofradías que no conocía y he visto a una juventud que es un presente, no es un futuro. He visto a jóvenes que están involucrados en las hermandades y que tienen un tienen un papel fundamental.
¿Tienen los jóvenes un hueco relevante en las hermandades?
En mi opinión, las juntas de gobierno si le dan actualmente su sitio a los jóvenes para que tengan voz. Creo que las hermandades están muy concienciadas en que la juventud es un elemento esencial y fundamental para que la hermandad siga adelante. Es un diamante en bruto que hay que pulir poco a poco, con el paso de los años. Los grupos jóvenes tienen el protagonismo que debe tener en las hermandades.
¿Una hermandad?
Mi Hermandad de la Esperanza.
¿Un día?
El Domingo de Ramos.
¿Una calle?
Todas las que pase de Nuestro Padre Jesús de la Coronación de Espinas y María Santísima de la Esperanza.
¿Un olor?
El olor a nardo el sábado de flores.
¿Virgen de Gracia?
La dueña de mis pensamientos.
¿Y Esperanza?
La que manda en mi corazón.
¿Un mensaje un mensaje a quien te lea en El Muñidor?
Que disfruten de la Semana Santa, que pasemos una semana bonita. Y aunque suene a tópico, que vivamos el momento, el presente; que lo disfrutemos.