Manuel Jiménez: “Espero que Carmona acepte y tome el cartel como suyo”


Manuel Jiménez García, es el cartelista más joven de la Semana Santa carmonense. El pasado domingo presentaba su cartel en el Teatro Cerezo, un cartel rompedor que no deja indiferente a nadie y que no pasa desapercibido.


Desde pequeño Manuel siempre ha sido un niño con muchas inquietudes y aun siendo muy joven ya tiene recorrido y experiencia como cartelista. En Carmona ha realizado el cartel de la Feria de 2018, así como el de la Virgen de Gracia y el de las Fiestas de Primavera en 2019. También en 2019 realizó el cartel para Cíngulo y Esparto de Onda Cero.

Tras el gran éxito y aceptación que está teniendo su última obra, el cartel de la Semana Santa de Carmona 2021, Manuel nos cuenta cómo ha vivido el reto de realizar un cartel para una Semana Santa sin procesiones, siendo además el cartelista más joven hasta el momento y cómo ha sido el proceso de creación de dicho cartel. También nos cuenta cómo está viviendo la aceptación de su cartel, qué pretendía con él y qué espera del pueblo de Carmona.

 

Manuel, en Carmona, todos te conocemos por tus trabajos y carteles, pero, ¿Cómo se describiría un artista a sí mismo?

Complicado. En cuanto al tema artístico soy una persona con muchas inquietudes, me gusta estudiar y profundizar en la materia antes hacer cualquier trabajo. También, intento aportar un punto estético aunque no tenga mucho misterio el encargo, siempre dándole mi toque personal a todo. Fuera de la cartelería, creo que todavía estoy empezando mi carrera como artista y tengo muchas ganas de dedicarme a ella.

 

¿Qué supone para ti ser el cartelista más joven en anunciar la Semana Santa de Carmona?

El cartel es una gran responsabilidad tengas la edad que tengas. Mi juventud no me ha causado un problema ya que a pesar de ser muy joven cuento con experiencia en el tema de carteles. También, me siento con el respaldo de casi todo el mundo y todos me han transmitido mucha confianza.

¿Cómo ha sido el reto de realizar un cartel para una Semana Santa sin procesiones?

Sin duda eso era lo más complicado. Tenía claro que el cartel de este año no sería el de una Semana Santa cualquiera por lo que no podía ser un cartel cualquiera. Era difícil imaginarme un cartel de algo que no va a pasar, por ello he querido reflejar una Semana Santa más espiritual e íntima y que cada uno buscara la fe que hace falta en estos momentos en su imagen y que así se vean reflejados.

 

¿Qué tiempo has tardado desde que empezaste la investigación hasta que terminaste por completo la obra? ¿Cómo ha sido ese proceso?

Siempre me he imaginado como pintaría un cartel de la Semana Santa. Cuando me encargaron dicha responsabilidad en septiembre, comencé a recopilar información y empecé a investigar y profundizar hasta diciembre. A partir de entonces, comencé a buscar referentes estéticos de artistas en general para cerrar aún más el círculo, ya que antes de comenzar el cartel quería tener la idea bien cerrada. En los primeros días de enero fue cuando me puse a trabajar en los bocetos y desde principios de año y hasta la primera semana de febrero, he trabajado muchas horas todos los días.

El proceso ha sido muy enriquecedor. Soy una persona que concibe el arte y más el contemporáneo como un trabajo en equipo, por ello he tenido bastante ayuda. Mi padre me ha ayudado con la tabla y los metacrilatos. Por ejemplo, las letras las diseñé con una amiga, que tiene conocimientos de materia de diseño. Por su parte mis amigos me han ayudado a medir y a unirlo todo y Francisco Bermudo, el pregonero de la juventud, también me dio consejos sobre aspectos bíblicos y de simbología.

¿Cómo definirías el cartel?

Pues la podría definir haciendo referencia a la cita “el cartel es un grito en la pared” que se atribuye a Josep Renau Berenguer. Definiéndolo como un cartel que llama la atención y no deja a nadie indiferente.

 

No es el primer cartel que realizas. ¿Qué diferencia crees que existe entre un cartel y un cuadro?

Desde el desconocimiento del mundo gráfico y el diseño, guiándome por mi intuición, pienso que un cartel tiene que tener más impacto visual que un simple cuadro y debe contener un mensaje ya que la finalidad es anunciar algo, en este caso la Semana Santa de Carmona.

 

¿Qué esperas del pueblo de Carmona con tu cartel?

Espero que Carmona acepte y tome el cartel como suyo. Creo que es un cartel que no deja fuera a nadie. Incluso personas que no pertenecen al mundo de las cofradías me han dicho que les ha gustado e impactado. También, he buscado impresionar, intentando que cada uno lo interprete de distinta manera. Además de todo esto, si consigo que sea un cartel del que se hable y permanezca en el tiempo, habría cumplido mi objetivo.

 

¿Qué has sentido al terminar la obra y entregarla al Consejo de Hermandades y Cofradías?

La verdad, estaba un poco nervioso. No sabía cómo se lo iban a tomar. Entiendo que al ser un cartel más contemporáneo y rompedor, de primeras a la gente joven le iba a gustar pero me preocupaba un poco la primera impresión de los más clásicos, que ha sido muy buena. Al entregarlo las reacciones fueron de silencio, supongo que es porque hay que fijarse bien en cada detalle y cuanto más lo miras más te gusta. Eso también me satisface, ya que significa que el cartel tiene un mensaje más allá que de un simple golpe de imagen.

De todas las miradas que se entrelazan en el cartel. ¿Con cuál se queda Manuel?

Si me quedo con lo visual, por potencia de imagen y de mirada, sin duda me quedaría con la de Nuestro Padre y con la de Nuestro Padre Jesús de la Coronación de Espinas. Son imágenes muy potentes, de gran calidad artística y con gran devoción en la ciudad y por ello están colocadas a conciencia en la parte central para que atraigan aún más si cabe.

Luego, por sentimiento, me quedaría con la de Nuestro Padre Jesús en la Columna, por ser el de mi Hermandad de Santiago.

 

Para terminar, debido a la gran aceptación y reconocimiento que está teniendo el cartel. ¿Te planteas hacer reproducciones de cada mirada?

Mucha gente me lo ha pedido y la verdad que lo tenía pensado. La gente al ver que cada mirada es una lámina diferente, quieren la de su titular. Por ello me gustaría divulgarlas y tengo la intención de realizar reproducciones de cada una de ellas, para que aquel que quiera pueda tener la mirada de su Cristo.