Valentín Pinaglia, pregonero de la Semana Santa: “La inspiración viene dada por tu experiencia”

Valentín Pinaglia Gavira se define como un hijo de Carmona, de la que confiesa “estará enamorado, para siempre y con enorme orgullo, por ser la ciudad más bella del mundo”. Ella se lo ha dado todo. Ha sido su cuna, su lugar de trabajo y de donde según dice “algún día habrá de partir, espero, que con la conciencia tranquila”. 

El mundo de las hermandades lo conoció muy joven. Llegó a la hermandad de Nuestro Padre, por la vinculación que ya tenía su padre con ella, al ser nazareno cada Viernes Santo. Recuerda que una tarde de cuaresma, sin más, subió a la lonja de San Bartolomé y en una dependencia muy humilde que poseía la hermandad, se encontró con personas que ya no le dejaron que se escapara de ese ambiente cofrade. 

Según ha afirmado Valentín “Nunca olvidaré aquella imagen de Pepe Bialo, de Pepe García, de Ordóñez, de Manolo Almayones liados con las tareas de limpieza.  A partir de ahí todo vino rodado. Mi Fe se fue acrecentando, día a día, al rezarles a las imágenes benditas del Nazareno y la Virgen de los Dolores, y ser nazareno hasta la fecha”.  

Fue compartiendo, poco a poco, la vida interna de la hermandad, conociéndola poco a poco, con personas que daban ejemplo con su trabajo callado para servir a los Titulares. Con los años fue miembro de sus juntas de gobierno, comenzando por ser soldado raso, hasta llegar a ser primer teniente hermano mayor, diputado de gobierno varias veces y también tesorero. Cosa de la que se enorgullece enormemente. Sin olvidar, claro está, esa relación maravillosa que ha mantenido con todas las hermandades de esta ciudad. Los años y su negocio, le han hecho conocer a personas extraordinarias que le han abierto las puertas de su hermandad con todo el cariño, como si fuera uno más.

A pocos días de que Valentín pronuncie el Pregón de la Semana Santa de Carmona, desde El Muñidor hablamos con él para qué nos cuente cómo asumió esta responsabilidad, cómo ha sido el proceso de escribir el pregón y qué significa para él ser pregonero, entre otras cosas. 

¿Cómo asumió la responsabilidad de pregonarle a Carmona su semana grande?

La pregunta tiene tela. Si soy sincero, en la primera entrevista que mantuve con el presidente del Consejo, con Paco Perea, lo juro, no sabía qué decir. Creo que al ser tan temprano y con un desayuno de por medio, me cogió en la hora tonta. Yo le decía, pero Paco, ¿tú no sabes el follón que se me viene encima con la lotería, verdad? Pero, como siempre pasa, te tira el sentimiento, esa idea de que tienes que agradecer lo que se te ha regalado en la vida durante años, de mostrar tu fe, con palabras, que te fue legada por tus padres, y lo más importante, aprovechar la oportunidad para decirle a Carmona lo bello que es nuestra Semana, donde se enredan tantas cosas ante un Cristo y una Virgen, que para muchos es lo más sentido. En fin y para resumir, se asume con toda humildad y ya está.

¿Cómo ha sido el proceso de escribir el pregón de la Semana Santa?

El pregón se fue construyendo muy poco a poco por mi trabajo. Creo que hasta mediados de diciembre no di con la tecla. Tenía tanto que decir, tantos recuerdos que cada día escribía algo diferente. Pero las vivencias, esas que son tan tuyas, fluían en la mente con rapidez.  Aunque, a decir verdad, se quedan muchas cosas en el tintero. El tiempo siempre es una desventaja para el pregonero, porque quiere decir mucho, pero no puedes mantener la atención del público infinitamente. 

¿En qué se ha inspirado el pregonero?

La inspiración viene dada por tu experiencia. Tus relaciones personales con otras personas que viven como tú esa fe, la vida de cofrade que es tan plena, y si al final quieres y estás dispuesto a vivirla como tal, todo es definitiva un pozo sin fin para inspirarte. Por supuesto, no puedo dejar en el olvido esa admiración que siempre he sentido por todas las imágenes que procesionan en Semana Santa. 

¿Qué significa para usted ser pregonero de Carmona?

Para un cofrade, creo que es lo máximo. Ahora bien, es una responsabilidad enorme que causa un desgaste en tu corazón y en tu mente. Nunca estás seguro de si realmente estarás a la altura de decir, y de decirlo bien, lo que sientes en una hora y que todo eso llegue al público que te escucha.

¿Qué elementos cree que no pueden faltar en un pregón?

En un pregón como el de Carmona, y creo que, en todos, lo que nunca pueden faltar, en primer lugar, es la fe. Ella es el origen para la palabra dada, es el camino para llegar a Jesús y a su bendita Madre, a través del pregonero. Y a partir de ahí, pues ha de existir un poco de evangelización, una llamada al compromiso con la iglesia, con los necesitados. En definitiva, darnos el gusto de salir contentos y alegres de un pregón, tras anunciar con pasión y alegría, que en siete días nuestras almas de cofrades estarán llenas de gozo, pero sin olvidar que tenemos que estar preparados en nuestro interior para disfrutarlo como buenos cristianos. Y eso muchas veces, se pierde en estos momentos de cambios tan profundos en la sociedad actual.

¿Qué hermandad tendrá más presencia el domingo en su pregón?

Todas las hermandades, faltaría más, tendrán su sitio en mi pregón. Y lo digo porque he tenido la inmensa suerte de vivir en todas ellas momentos únicos, algunos muy íntimos, que han forjado mi corazón de cofrade. Como entenderás la edad juega a mi favor. Pero, igualmente, en mis palabras, tengo que ser sincero, estará muy presente la figura de Nuestro Padre. Él ha sido para mí, el centro de mi fe, la referencia total de ese hombre que fue todo un ejemplo, y al que es tan difícil de imitar dadas nuestras carencias como seres humanos.

¿Qué significa para usted la Hermandad de Nuestro Padre?

Pues hijo mío, TODO. Es la hermandad de mi niñez, de mi juventud y ahora la que sigo disfrutando con mi familia. La que me fue legada por mi padre, y que quiero que siga presente en mis hijos. Ser cristiano convencido, aun con mis muchos defectos, pero saber que la tengo ahí, después de siglos de historia, me da calma espiritual. Y más si participas de lleno, si te implicas humildemente, si quieres engrandecerla con tus actos, que al final es lo que cuenta verdaderamente.

¿Qué momento crees que viven las hermandades de Carmona?

Tal y como está el mundo, nuestras hermandades siguen siendo un referente en el mundo de la iglesia católica. Ya sabemos de nuestras debilidades, pero a nosotros nadie tiene que venir a decirnos lo que está mal, porque no somos tontos. El cambio en la sociedad es bestial, pero todo no puede ser internet y comodidad, creo que existe también un lugar de encuentro para desarrollarte como persona, y ese puede ser, perfectamente, una hermandad. Y lo digo porque no todo es Semana Santa, que tan bien, aunque siempre lo parezca. En ellas puedes encontrar algo distinto que llene tu corazón, cuando estás cansado de todo. Solo hace falta acercarte a ellas. Pongo un ejemplo: el aportar tu granito de arena para ayudar a los demás, sin pedir nada a cambio. Y podríamos seguir.

¿Qué mensaje les envía a los lectores de El Muñidor de cara al domingo?

Pues simplemente, que sigan conectados con el Muñidor, por lo bien que lo hace. Es de agradecer que exista un medio de comunicación que llegue a la gente joven, para estar siempre informados de esta actualidad tan nuestra. Esta entrevista es un claro ejemplo de vuestro trabajo. Lo agradezco, porque si sirve cuando se lea, me daré por satisfecho.

Espero y confío, que cuando termine el domingo con HE DICHO, todo el teatro Cerezo salga contento, y aquí se dé buena nota de todo lo pregonado.